Buenos días chicos/as.
Hoy tenemos una entrada en el blog con tres técnicas de relajación que ayudan a sentirnos mejor y a controlar la ansiedad que puede aparecer en determinados momentos de nuestras vidas. En el ámbito educativo, nos puede servir muy bien para aplicarlas en exámenes y en situaciones en las que nos encontramos más agobiados. Es un contenido que se imparte como tal en 3º de E.S.O., pero es aplicable en cualquier edad y tiene sus adaptaciones, tanto en ejercicios, como en tiempo.
Me gustaría que experimentarais la primera, junto a vuestra familia. Os recuerdo que en este curso escolar ya la hemos realizado en clase y tuvo bastante éxito.
Es una actividad voluntaria y si estimáis oportuno enviar un mensaje explicando vuestras sensaciones al correo electrónico: educacionfisica.ieselrubio@gmail.com , os lo agradezco.
TÉCNICA DE RELAJACIÓN PROGRESIVA DE JACOBSON
El entrenamiento en relajación progresiva favorece una relajación profunda sin apenas esfuerzo, permitiendo establecer un control voluntario la tensión. Es un método que favorece un estado corporal más energético pues favorece intensamente el reposo. Todo el cuerpo percibe una mejoría, una sensación especialmente grata tras el entrenamiento en relajación progresiva y con la práctica la sensación es más intensa. Progresiva significa que se van alcanzando estados de dominio y relajación de forma lenta, pero cada vez más eficaces.
Vamos a intentar disminuir los estados de ansiedad generalizados, relajar la tensión muscular y facilitar la conciliación del sueño.
El método tiene tres fases:
1ª.- La primera se denomina de tensión-relajación. Se trata de tensionar y luego relajar diferentes grupos de músculos en todo el cuerpo. Se debe tensionar varios segundos y después relajar lentamente.
2ª.- La segunda fase consiste en revisar mentalmente los grupos de músculos, comprobando que se han relajado al máximo.
3ª.- La tercera fase se denomina relajación mental. En la cual se debe pensar en una escena agradable y positiva o, en su caso, mantener la mente en blanco. Se trata de relajar la mente a la vez que continúa relajando todo su cuerpo.
Estas tres fases pueden durar entre 15 y 20 minutos. No se debe tener prisa. En la posición inicial, debemos cerrar los ojos y sentarnos en un sillón o acostarnos en la cama lo más cómodamente para que el cuerpo pueda relajarse al máximo posible.
ENTRENAMIENTO AUTÓGENO DE SCHULTZ
Según Schultz, el principio sobre el que se fundamenta el método consiste en producir una transformación general del sujeto de experimentación mediante determinados ejercicios fisiológicos y racionales. Algunos de los logros al auto aplicarse este entrenamiento de relajación son:
Autotranqulización conseguida por relajación interna; restablecimiento corporal y psicohigiene; autorregulación de funciones orgánicas (respiratorias, digestivas, etc.); aumento de rendimiento (memoria, etc.); supresión del dolor; capacidad de autocrítica y autodominio; formulación de propósitos.
Debemos tener en cuenta que es importante tomar en serio la técnica. El lugar debe ser una habitación tranquila, agradable en cuanto a sonido, luz, temperatura. La posición inicial debe ser sentado en un sillón o tumbado con ojos cerrados. No se debe cambiar el orden de los ejercicios.
TÉCNICA DE ALEXANDER
La técnica de Alexander es un método práctico que ayuda a mejorar el uso que hacemos de nosotros mismos en las actividades de la vida diaria, en casa, en la escuela, en el trabajo, en el deporte, etc. reduciendo las tensiones excesivas y mejorando la coordinación, la fluidez en el movimiento, el equilibrio y la respiración. El trabajo se basa en detectar exactamente que es lo que nosotros estamos "haciendo de más" para empezar el proceso de "dejar de hacerlo". La técnica Alexander puede ser de ayuda en infinidad de facetas de la vida de cada persona. Como método educativo, sería un proceso que conlleva al mismo tiempo una reeducación física y mental y cuyo objetivo final es la enseñanza de una técnica práctica sobre cómo ayudarse a sí mismo. Aprender la técnica Alexander implica aprender a percibir mejor nuestro cuerpo y usarlo mejor, con más eficacia y soltura. Se trata de cambiar paulatinamente los patrones de movimiento del organismo.
Los beneficios de la técnica de Alexander pueden ser los siguientes:
Descansar correctamente en los momentos que se disponga para esta acción; mejorar la respuesta del cuerpo ante los estímulos; permitir estar relajado y consciente durante actividades; disminuir el dolor; actuar sobre el equilibrio, coordinación y postura del cuerpo; ayudar a la facilidad y eficiencia de los movimientos; agudizar la concentración; evitar el cansancio debido a posturas inapropiadas y prolongadas; evitar el desgaste de energía.
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